Buenos días, personas que tenéis la seguridad de que un libro sería el mejor acompañante en una isla desierta. Amanece una nueva jornada para trabajar por la cultura, por la literatura de calidad, por las historias que engrandecen a los seres humanos. Esta mañana voy a compartir el café matinal del proyecto Visibilidad, el gran reto, con Eva Barro, una escritora magnífica, con más de un centenar de premios en su haber, a la que aprecio por sus cualidades, por el apoyo que siempre ofrece sin que sea imprescindible recibir algo a cambio. Ya tenemos dos tazas servidas. Están bien calientes, humeantes, con un sabor intenso, y el aroma seduce para conversar con la mejor disposición. Buenos días, Eva:
¿Desde cuándo escribes y qué finalidad te motiva a hacerlo?
Empecé a escribir por imitación de los autores que leía y aprendí a leer en el verano que cumplía los cuatro años, el mejor regalo de mi tía Conchita. Muchas veces cambiaba el final de los cuentos para contárselos a mis amigas. A los doce años gané mi primer premio literario en la librería Sol, en mi pueblo. Escritores favoritos, tantos que entre todos habrán modelado mi prosa. Tal vez pueda destacar a Delibes y a Pardo Bazán, con permiso de Cervantes.
¿Cuántos libros has publicado y cuál de ellos has puesto como referente para el proyecto Visibilidad, el gran reto?
Tengo cinco libros publicados y he elegido “Un álamo en otoño”, Premio Nacional de Novela Juan Valera
¿En qué fecha lo publicaste y qué temática afronta?
Se publicó en el 2013 la primera edición. Temas: la diferencia de edad y la relación alumno-profesora, la desbocada evolución de las comunicaciones en los últimos años, el maltrato doméstico, la vida universitaria…
¿Qué dirías de tu propio libro a un lector para que se anime a adquirirlo?
Yo destacaría que la trama es apasionante, el estilo es directo con mucho diálogo que más que leerse se oye, según la crítica, y es difícil no identificarse con alguno de los personajes o identificar en ellos a alguien conocido.
Dinos una anécdota interesante que te haya ocurrido en tu carrera literaria.
En la Feria del Libro de Valencia una lectora me buscó para adquirir “la segunda parte” de esta novela que le había firmado el año anterior. Se llevó otro título, porque no trabajo sagas, por ahora. Espero que nos veamos en mayo, de nuevo.
¿Eres una persona disciplinada que tiene un lugar, horario y costumbres fijas para escribir?
Soy muy disciplinada en mi vida y adapto el trabajo literario a las circunstancias. Tomo notas en cualquier momento que surjan, suelo llevar un cuadernito en el bolso, pero me sirve el reverso de cualquier recibo de compra, por ejemplo. Después adapto y desarrollo en el ordenador.
¿La carrera literaria ha cambiado tu vida?
Me ha permitido y me permite vivirla con intensidad. Leo y escribo porque no encontré otra actividad más satisfactoria para emplear el tiempo.
Pide un deseo literario para 2025
Son varios. El principal, que mis obras sean conocidas y apreciadas dentro de este gran proyecto de Visibilidad, el Gran Reto, al que Luis Compés, con gran generosidad, nos ha entregado sin escatimar esfuerzos ni recursos. Me gustaría también recibir algún premio literario, cada año disfruto de algunos.
Ha sido estupendo compartir con Eva Barro el café matinal. Se ha pasado el tiempo muy rápido y las obligaciones de Visibilidad el gran reto se asoman por el hueco de la puerta de nuestro lugar de reunión. Queremos conseguir los objetivos del proyecto y para ello aportamos la fuerza, la originalidad y la innovación que requiere. Me despido de ti, Eva, ha sido un placer escuchar tus respuestas. Me despido de ti con un gran abrazo y un hasta muy pronto. Y para todas las personas que se interesan por los Cafés Matinales de Visibilidad, el gran reto, abrazos que unen y embelesan.
