Buenos días, personas especiales que encontráis en los libros la esencia indispensable para convertir la vida en belleza y placer. Hoy vamos a conocer en el café matinal de Visibilidad, el gran reto, a Blanca del Cerro, una mujer experimentada en el mundo de los libros, una muy buena escritora que se caracteriza por utilizar todas las herramientas válidas para crear buenas obras, y que tiene varios títulos publicados. Ya tenemos servidas dos tazas de café bien caliente, aromático y seductor para charlar de letras. Buenos días, Blanca, un placer conversar un rato contigo.
¿Desde cuándo escribes y qué finalidad te motiva a hacerlo?
Lo cierto es que escribo desde que era muy joven. Mi primera poesía nació cuando tenía aproximadamente nueve años. Después vinieron los relatos, que empecé a escribir sobre los quince o dieciséis, algunos de los cuales publiqué en una revista de Barcelona; posteriormente, a los diecisiete años gané mi primer concurso de cuentos convocado por una revista juvenil. Más tarde, ya siendo adulta, vinieron las novelas. Escribí la primera en 2006. La escritura, para mí, es una verdadera vocación, algo que me llena totalmente.
¿Cuántos libros has publicado y cuál de ellos has puesto como referente para el proyecto Visibilidad, el gran reto?
He publicado nueve libros, siete novelas y dos antologías de relatos. La primera fue “Luna Blanca”, en 2006, una historia muy tierna, cuya protagonista es una gacela, y la última, “Voces y Susurros”, en 2024, una compilación de relatos. Mi intención es publicar un libro al año. Para el proyecto Visibilidad, el gran reto, he elegido la novela titulada “¿Y Tú dónde estás, Dios?” porque encierra un tema muy especial que hace pensar, y a mí me gusta hacer pensar al lector.
¿En qué fecha lo publicaste y qué temática afronta?
Fue publicado en 2023 y trata sobre un chaval de catorce años que, debido a unas circunstancias especiales que suceden en el mundo, levanta los ojos al cielo y le pregunta a Dios que dónde está porque no lo encuentra en ninguna parte. Es un libro de especial profundidad y que encierra una temática de gran interés.
¿Qué dirías de tu propio libro a un lector para que se anime a adquirirlo?
Que es magnífico y que le va a gustar. Como he dicho antes, si al lector le agrada el pensamiento y la filosofía, se la recomendaría de inmediato. Me gustaría saber cómo reaccionaría cada cual encontrándose en una situación parecida a la de Leonardo, el protagonista de la novela.
Dinos una anécdota interesante que te haya ocurrido en tu carrera literaria.
¿Una sola? Eso es imposible porque hay muchas y muy agradables casi todas. Algo interesante de la escritura son las firmas y las ferias, donde conoces a mucho público, te hacen preguntas, conversas, cambias impresiones y tienes contacto con multitud de personas, en ocasiones de distintos países. Es algo que me encanta.
¿Eres una persona disciplinada que tiene un lugar, horario y costumbres fijas para escribir?
Me gusta escribir todos los días, pero no llevo un horario fijo, ni una disciplina concreta. No me gusta atenerme a un horario estricto. Tal vez un día paso una jornada completa escribiendo y en ese momento me faltan horas, y otros no escribo nada debido a las circunstancias: depende de muchos factores.
¿La carrera literaria ha cambiado tu vida?
En muchos sentidos, sí, porque no es lo mismo dedicarse a trabajar que dedicarse a escribir. El oficio de escritor es muy solitario, al igual que el de traductor, y mi profesión ha sido la de traductora, a lo que me dediqué durante muchos años, y a mí me gusta esa soledad que implican ambas situaciones. El hecho de escribir no ha cambiado mi vida en cuanto a soledad y dedicación, sino en cuanto a libertades y ausencia de obligaciones.
Pide un deseo literario para 2025
Para 2025 y para los años futuros: que todo el mundo lea más. Me encantaría encontrar, por ejemplo, en el transporte público, más personas leyendo y menos consultando el teléfono móvil. Sería fantástico—Muchas gracias, Luis.
—Muchas gracias, Blanca del Cerro, para Visibilidad, el gran reto, es muy importante tu presencia en el proyecto. Te deseamos todo lo mejor y me despido de ti con un gran abrazo. Y de todos los seguidores de estos conversatorios con autores Visibles, me despido con abrazos que unen y embelesan.
