
Buenos días, seres que vivís la magia de los libros con la pasión de embriagar vuestros sentidos con palabras que crean historias. Escribir es un modo de vida, una posición ante la sociedad en la que corresponde existir. Esta mañana me he trasladado a Játiba, habéis leído bien, Xátiva por razones de peso en una de las obras de Emily S. Smith, seudónimo de Emilia Serrano, se escribe con esa ortografía para situar al lector en el momento histórico que corresponde sin necesidad de citar de forma repetida el año 1960. Játiva viene de Saetabis Augusta, y mi contertulia ha preferido remontarse a épocas en las que, como sucedió con el nombre de Cerbantes-Cervantes, Játiba-Játiva, eran igual de válidas. Ya tenemos dos tazas de exquisito café, humeante, apetecible, con un aroma que induce a degustarlo con pleitesía al estimulante. Buenos días, Emily:
¿Desde cuándo escribes y qué finalidad te motiva a hacerlo?
Aprendí a leer de muy pequeña y creo que, al mismo tiempo, empecé a escribir. Tengo una enfermedad pulmonar que me hizo pasar muchas horas en la cama y los libros eran un lujo que mi familia no se podía permitir, así que me los escribía y fui mi primera lectora. Mi finalidad era poder leer, porque mi sueño entonces era ser médico. Muchos años después una nueva enfermedad me alejó de ese sueño tras haberlo conseguido, y la escritura me mantiene viva.
¿Cuántos libros has publicado y cuál de ellos has puesto como referente para el proyecto Visibilidad, el gran reto?
El primer libro que publiqué fue EL MONTE DE LA BRUJA que luego fue ALMINAR, DONDE RESIDE LA MAGIA; se afronta el problema del acoso escolar y el maltrato. Luego intervine con veinte… «nosécuantos» relatos y algún poema en CUENTOS PARA VAGOS.Para el proyecto de visibilidad he puesto OFICIO DE TINIEBLAS, que es mi último libro publicado hasta ahora. Es la primera novela que empecé a escribir con intención de editar y me costó cinco años sacarla adelante.
¿En qué fecha lo publicaste y qué temática afronta?
Salió el 12 de mayo de 2023. El hilo conductor de la historia es el despertar de una secta satánica y la manipulación de una sociedad hipócrita e indiferente; es la imposición del «todo vale» para una parte favorecida de esa sociedad, mientras el resto pasa desdichas que a nadie importan. Es el retrato de una España que intenta dejar atrás ya las secuelas de la Guerra Civil y de un mundo convulso por la guerra fría.
¿Qué dirías de tu propio libro a un lector para que se anime a adquirirlo?
OFICIO DE TINIEBLAS es, sobre todo, un boceto de la perversidad humana. ¿Hasta dónde somos capaces de llegar? La sed de poder empuja a manipular y controlar a quien se cruza en el camino, somos la marabunta que arrasa todo a su paso. Y en medio de este caos, alguien se levanta y dice ¡basta! Mis novelas rompen muchos clichés y convencionalismos, creo que los escritores debemos ser valientes en nuestras denuncias.
Dinos una anécdota interesante que te haya ocurrido en tu carrera literaria.
Había quedado con la directora del cole de mi nieta para hablar de EL MONTE DE LA BRUJA que habían recomendado los profesores de español para los niños, era un importante pedido de 125 libros, de momento. Al entrar por el patio había un niño que iba a tirarse por el hueco de la escalera y sus compañeros le empujaban para que cayera. Tuve que intervenir y la directora se molestó un poco, con lo que la reunión se gafó. Unos meses después un señor y el niño de la escalera vienen detrás de mí corriendo y me abrazan, me dan las gracias y el padre, que era el señor, quiso comprarme los libros que el colegio no había adquirido. Fue un momento muy emotivo.
¿Eres una persona disciplinada que tiene un lugar, horario y costumbres fijas para escribir?
Soy una persona muy disciplinada, aunque no necesito ningún sitio especial, ni ninguna cosa específica para sentarme a escribir. Normalmente me levanto a las siete y tras el café, al que suelo dedicar una horita de lectura, me voy al despacho y esas dos primeras horas como mínimo las dedico a escribir. Buscar información, contrastar datos, investigar técnicas… eso lo hago por la tarde.
¿La carrera literaria ha cambiado tu vida?
Sí, mi carrera literaria me mantuvo viva cuando perdí mi sueño profesional y con ella he recuperado la capacidad de volver a volar. Hay dos animales con los que siempre he sentido una gran afinidad: Uno es el lobo, por ese sentimiento de manada, de ir a una; yo lo relaciono con esta asociación de escritores que se sienten unidos con las diferencias de cada cual. El otro animal es el águila, que tiene un vuelo inigualable reinando en el cielo; pues el águila es para mí el proyecto Visibilidad, el gran reto.
Pide un deseo literario para 2025
Poder seguir escribiendo. Aunque en mayo publicaré una nueva novela, EL REFUGIADO, quiero que para final de año salga LA VOZ DEL MAL.
Hemos terminado el café y se ha pasado el tiempo tan rápido como la afinidad que uno siente con Emilia Serrano desde el primer momento de conocerla. Me despido con un gran abrazo y de igual modo, para los lectores, abrazos que unen y embelesan.
