“La ardua tarea de convertir la flor en una frase”. (Enrique Bazako Goiburu).
La poesía hoy.
Hay quien refiere que los poetas son peligrosos, intentan decir con palabras, lo que no se puede decir con palabras. Aun, más, hay quien añade que si no se tienen palabras frescas para hacer que una descripción sea interesante, es mejor olvidarse.
Aunque la poesía es la primera forma de expresión literaria del mundo, como lo demuestran “La epopeya de Gilgamesh”, obra que describió el Diluvio Universal antes que la Biblia, creada por los sumerios 2.000 años antes de la Era Común (a. E.C.) y los escritos de Enheduanna, sacerdotisa Mesopotamia del siglo XXIII a. E.C., considerada como la primera persona en la historia en crear una obra literaria propia. Y como no, tenemos que citar en los orígenes “La Ilíada” de Homero, poema épico escrito entre los siglos VI y/o VII a.E.C., que narra la madre de todas las batallas, la guerra de Troya y “La Odidesa”, que narra las aventuras de Odiseo o Ulises, en la vuelta a su reino, tras aquella guerra.
De aquellos lodos, vinieron estos barros. No solo la poesía sino toda creación literaria.
La poesía, hoy, como la de ayer, busca la expresión de los sentimientos del autor, busca transmitir y provocar emociones en el lector, trata de las pasiones humanas como el amor o el odio, el sufrimiento o la alegría del hombre. A través de las metáforas o la paradoja, la sorpresa; en fin, nuestros lugares cotidianos.
La poesía hoy, se acerca a aquellos comienzos, a aquel género literario destinado a ser recitado o cantado más que leído, una poesía épica o coral, encarnándose en el simbolismo. La poesía se vuelve ligeramente prosa, así como la prosa se vuelve ligeramente poesía. Rompe con los convencionalismos y pretende ser más experimental. Se aleja de manera intencionada de las pautas de rima y metro y aun de un ritmo regular.
¿Sigue siendo relevante?
Aunque Adorno dijera que “escribir poesía después de Auschwitz es un acto de barbarie”, la necesidad humana de creatividad poética ha hecho que, tras la barbarie, se haya escrito más poesía que en toda la historia anterior de la humanidad. Tal vez por ello, en un tiempo tan crítico como estas décadas iniciales del siglo XXI, sentimos más necesidad que nunca de la experiencia poética.
Comodecíamos, nos permite comunicar nuestras pasiones, nuestros miedos, nuestras alegrías y recuerdos, lo demasiado humano, de una manera nos preserva y permite que se recuerden, a la par que permite a los otros que interactúen con todo ello y lo compartan.
Quizá los poetas sean aquellos turistas, soñadores de infiernos y paraísos.
¿Se lee poesía todavía?
Si nos atenemos a las “estadísticas”, diremos que poco o muy poco. Apenas un 40% diría que lee poesía “una o dos” veces al año. Siendo el porcentaje de lectores habituales casi irrelevante en cuanto a cifras, pero tremendamente comprometido.
Hemos de decir, en honor a la verdad, que la poesía hoy se escucha más que se lee, que sigue cumpliendo su función: La de despertar los sentidos, la imaginación y la memoria. Todas las canciones y toda música (las notas, los acordes, son poemas) es poesía.
La poesía ha cruzado los umbrales del tercer milenio con más salud que nunca. A pesar de que sigue siendo una experiencia minoritaria, hay en la actualidad más poetas y más lectores (especialmente, lectoras) de poesía que en ningún otro momento de plenitud poética (como en los Siglos de Oro o en la Edad de Plata del primer tercio del siglo XX).
La poesía está en nuestras vidas.
“Esta es la gran cuestión de la creación poética del siglo XXI: no seguir echando vino nuevo en odres viejos; impulsar nuevas formas de pensar, nuevas formas de sentir y de actuar para un nuevo horizonte humano, para una nueva civilización planetaria, para un inevitable proceso de transhumanización.
Contaremos para ello con todo el patrimonio del pasado, con toda la imaginación y fantasía del presente, con la atracción utópica del futuro. Hay que ser un excelente lector para aspirar a ser un poeta digno. Y estar abiertos a todas las posibilidades, incluidas las muchas que para la creación poética permite este nuevo entorno digital y en red, con sus nuevos discursos multimodales. Poesía de convergencia de palabra, imagen visual, música y acción (performance). “. (M. A. Vázquez Medel, Catedrático de literatura Española e Hispanoamericana, Universidad de Sevilla).
“La poesía es un diario escrito por un animal marino que vive en la tierra y quiere volar.” (Carl Sandburg).
*Enrique Bazako Goiburu.